Cuando se trata de disfrutar de una buena comida, la elección adecuada del vino puede mejorar aún más nuestra experiencia gastronómica. Para esos fans de la pasta y la pizza, hemos preparado una serie de consejos sobre cómo elegir un vino para acompañar los platos más famosos de la cocina italiana. Blancos, tintos y rosados, todos tienen cabida junto a una buena pizza o un buen plato de pasta, lo importante es saber cómo combinarlos para disfrutar todavía más si cabe de este maridaje. ¡Toma nota!

La importancia del maridaje

Como os hemos comentado otras veces, el maridaje es el arte de combinar alimentos con bebidas para lograr un equilibrio en sabores y texturas. Un buen maridaje no solo realza el sabor de los alimentos, sino que también puede mejorar la percepción del vino, por lo que es importante encontrar una buena combinación para lograr el éxito en las comidas. Para acertar en ese maridaje, es importante que identifiquemos sabores y aromas que vamos a encontrar en un plato para tratar de buscar los vinos que mejor los acompañen, sería, en ese caso, un maridaje por afinidad, donde buscamos conectar sabores y sensaciones. Aunque, ¡ojo!, también existen los maridajes por contraste, donde buscamos unir sabores muy diferentes que nos lleven al equilibrio entre la comida y la bebida.

Características de la pasta y cómo elegir el vino

La pasta, en sus diversas formas y salsas, presenta un amplio abanico de sabores que pueden influir en la selección del vino. La clave está en identificar la salsa que acompaña a la pasta, ya que esta será el elemento más determinante en el maridaje. Te ponemos algún ejemplo:

Características de las pizzas y los vinos que mejor maridan

La pizza, otro clásico de la gastronomía italiana, es sumamente versátil y ofrece una amplia gama de ingredientes y estilos. Con tantos ingredientes diferentes, las opciones de maridaje son inmensas. Desde una clásica margarita hasta una pizza con embutidos y quesos variados, cada elección tiene su propio vino ideal. Sigamos con algunos de los ejemplos más clásicos:

Una vez hayas escogido el vino para acompañar tu comida, no olvides cómo servirlo para que esté a la mejor temperatura para su consumo. Recuerda, los vinos blancos y rosados suelen servirse fríos, en torno a 8-10 grados, mientras que los vinos tinos lo ideal es que estén a mayor temperatura, en la horquilla de los 14-16 grados. Si necesitas enfriar tu vino en alguna ocasión te recomendamos este post.

Como ves, hay muchas opciones en el mundo del vino para acompañar a estos platos tan tradicionales y que tienen tantos lovers. La elección ideal no solo es una cuestión de preferencias o gustos personales, sino que los ingredientes que lleve cada plato también influirán para decantarte por una opción u otra. Y recuerda, no tengas miedo de probar combinaciones nuevas. A veces, los mejores maridajes entre el vino y la comida surgen de la experimentación. Si quieres hacer tus experimentos con LAUS, recuerda que en nuestra tienda online encuentras todas nuestras referencias y las enviamos a tu casa en 24-48 horas.